EL MARIACHI.De ROBERTO RODRIGUEZ
Aunque fuera falsa, la historia de Robert Rodríguez y los avatares de producción de su primera película “El Mariachi”, de la que “Desperado” es secuela, merecería ser considerada como una de las más atractivas del cine reciente.
Se dice que “El Mariachi” se hizo con tan sólo 7.000 dólares, pulverizando así todos los records de bajo presupuesto y altísima rentabilidad de los últimos tiempos. Robert Rodríguez reunió el dinero necesario para hacer esta película prestándose como cobaya para unos laboratorios farmacéuticos que investigaban en torno a un medicamento para reducir el nivel de colesterol en la sangre.
Se comenta que incluso escribió el guión en plena reclusión durante 30 días de experimento, en los que ganó dinero a razón de 1000 dólares diarios. A trancas y barrancas, Rodríguez sacó el proyecto adelante, por supuesto con numerosas dificultades resueltas a golpe de imaginación: los travelling se hacían con una silla de ruedas, las pistolas eran de agua o prestadas por la policía, el sonido se grababa en un cassette y las músicas salieron de un teclado electrónico casi de juguete.
Con estos precedentes, no es difícil imaginar a Rodríguez no cabiendo de gozo cuando se le presentó la ocasión de poner en práctica sus deseos pero sin penuria de medios en este “Desperado”, película que para muchos no es una prolongación de su ópera prima sino una nueva versión, ya realizada en condiciones presupuestarias óptimas.
Salma Hayek y Antonio Banderas protagonizan “Desperado”, una historia a vueltas con un conflicto de identidad, en el que un hombre es perseguido injustamente por unos crímenes que no ha cometido. Violenta y de ritmo entrecortado, por la película pasan en pequeños papeles (pequeños porque la disponibilidad de alguno de los actores, como Cheech Marin, estuvo limitada a no llega una semana de trabajo) Quentin Tarantino, Carlos Gallardo y Steve Buscemi, entre otros, además del siempre interesante Joaquim de Almeida en uno de los papeles de más peso en la película. Antonio Banderas canta y toca la guitarra, Los Lobos ponen lo más conocido de la banda sonora en la que se escuchan también fragmentos de temas de Carlos Santana, Mark Knopfler y la propia Salma Hayek.
Todo ello da como resultado “Desperado”, una película de siete millones de dólares con la que Robert Rodriguez demostró, como cuando empezó, ser un magnífico director de cine y un gran contador de historias.
Se dice que “El Mariachi” se hizo con tan sólo 7.000 dólares, pulverizando así todos los records de bajo presupuesto y altísima rentabilidad de los últimos tiempos. Robert Rodríguez reunió el dinero necesario para hacer esta película prestándose como cobaya para unos laboratorios farmacéuticos que investigaban en torno a un medicamento para reducir el nivel de colesterol en la sangre.
Se comenta que incluso escribió el guión en plena reclusión durante 30 días de experimento, en los que ganó dinero a razón de 1000 dólares diarios. A trancas y barrancas, Rodríguez sacó el proyecto adelante, por supuesto con numerosas dificultades resueltas a golpe de imaginación: los travelling se hacían con una silla de ruedas, las pistolas eran de agua o prestadas por la policía, el sonido se grababa en un cassette y las músicas salieron de un teclado electrónico casi de juguete.
Con estos precedentes, no es difícil imaginar a Rodríguez no cabiendo de gozo cuando se le presentó la ocasión de poner en práctica sus deseos pero sin penuria de medios en este “Desperado”, película que para muchos no es una prolongación de su ópera prima sino una nueva versión, ya realizada en condiciones presupuestarias óptimas.
Salma Hayek y Antonio Banderas protagonizan “Desperado”, una historia a vueltas con un conflicto de identidad, en el que un hombre es perseguido injustamente por unos crímenes que no ha cometido. Violenta y de ritmo entrecortado, por la película pasan en pequeños papeles (pequeños porque la disponibilidad de alguno de los actores, como Cheech Marin, estuvo limitada a no llega una semana de trabajo) Quentin Tarantino, Carlos Gallardo y Steve Buscemi, entre otros, además del siempre interesante Joaquim de Almeida en uno de los papeles de más peso en la película. Antonio Banderas canta y toca la guitarra, Los Lobos ponen lo más conocido de la banda sonora en la que se escuchan también fragmentos de temas de Carlos Santana, Mark Knopfler y la propia Salma Hayek.
Todo ello da como resultado “Desperado”, una película de siete millones de dólares con la que Robert Rodriguez demostró, como cuando empezó, ser un magnífico director de cine y un gran contador de historias.
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